top of page

Las Filas

  • Por: Ricardo Miranda
  • 14 ene 2018
  • 4 Min. de lectura

Hasta hace poco tiempo, antes de la llegada de la tecnología, era muy sencillo el hacer pagos, depósitos o tramites. No se si sea la edad y ya no tengo la paciencia necesaria o que verdaderamente la mala suerte esta de mi lado, pero se me hace difícil en exceso el ir a hacer alguna actividad donde necesite formarme, ya que sin importar quien este delante de mi, tengo que pasar mas tiempo que el promedio de los demás.

Casi nunca voy al mercado, pues en el supermercado encuentro todo lo necesario para hacer la despensa quincenal. Me levanto temprano y hacia allí me dirijo. Busco un carrito de super, ingreso a la tienda e inmediatamente busco lo que hace falta, sean frutas, verduras, carnes frías, bebidas, enlatados, etc. Todo esta excelente hasta que llego al área de cajas. Busco donde haya menos gente para agilizar la salida, pero: oh sorpresa!!!!!! Exactamente antes de mi algo sucede......


La ultima vez que fui hace pocos días, y siendo temporada decembrina se encontraba delante de mi una pareja con aproximadamente 30 almohadas con motivos navideños. En teoría estaban con descuento, pero al pasar el código de barras por el lector (tecnología de punta), marcaba el precio normal sin aplicar la promoción. El cliente alegaba que no era el precio marcado, y la cajera decía que no podía hacer algo al respecto. Mi compra ascendía a 45 pesos, pero me toco atestiguar la discusión, donde hubo que encender el foco rojo que esta en cada caja para que llegara la superior y le explicara al cliente que la promoción no aplicaba en todas las almohadas, después de 15 o 20 minutos, el cliente se desesperó, pago todo y se fue, pero ahí esta el tiempo que espere. En otra ocasión la caja estaba vacía cuando llegamos al mismo tiempo una señora de la tercera edad con una muñeca, como yo llevaba varios artículos, caballerosamente le di el paso a la dama, ¡GRAN ERROR!, nuevamente el juguete estaba en descuento, pues de 160 lo anunciaban en 40 pesos según la cliente. Nuevamente me tocó presenciar otra discusión. 15, 20, 25, 30 minutos y nada. Otra vez el foco rojo (que se me figura cuando llega el referee en una pelea de box), para explicarle a la señora que ese modelo no aplicaba. Y luego hablarle a la supervisora para que cancelara la dichosa muñeca. Puff, mas tiempo. Y ni hablar de los pagos en dependencias o en bancos.


Siempre me toca ir detrás de un viejito (a) que le tienen que explicar hasta el cansancio lo que no aplica o el documento que les falta, eso mientras veo girar lentamente las manecillas del reloj, y como cuando dios repartió la paciencia yo llegue tarde por estar en la fila de la desesperación, pues ya sabrán. Pero creo que aun es peor en los cajeros automáticos, pues de unos meses a la fecha ya no aceptan depósitos en algunos bancos, ya que ahora no solamente hay cajeros para retirar, hoy los depósitos se realizan en los cajeros, y resulta que para sacar dinero hay 4 o 5 y para meter solamente 1. Si para hacer un retiro se le complica a algunas personas, imaginen un depósito. Desesperante en exceso. Y no es todo, ya que también están las personas inconscientes que llegan a la hora en la que mas gente hay para realizar 5 o mas depósitos, pues yo entiendo que para eso es una maquina de ese tipo, pero no creo muy prudente tener esperando a una fila inmensa de gente, creo que por sentido común no es lo mejor. Algunas veces después de una espera de mas de 2 horas y una fila de 30 personas, justamente con la persona que esta antes que yo, se ha caído el sistema, situación que es demasiado incomoda y lamentablemente común. O los depósitos en tiendas de convivencia, llámese oxxo, 7-eleven o extra, donde me ha tocado el recorrer hasta 6 para depositar una cantidad x, porque precisamente en el momento que llego no hay red.


No creo ser la única persona a la que esto le sucede, pero realmente nadie se a quejado conmigo sobre este tema, en cambio mueren de risa cuando yo se los externo. Por todo esto, llego a estas conclusiones: 1.- El hacer filas es algo común en todo el mundo, por esta razón me siento como el malo por quejarme. 2.- No hay que hacer compras cuando no dispongamos de todo el tiempo del mundo, pues esa tardanza es lo que provoca las ansias y las ganas de golpear al de adelante. 3.- La caballerosidad ya no esta de moda, no le cedan el lugar a señoras mayores, les falta pericia para utilizar la tecnología y corren el riesgo de que atoren una tarjeta dejando inutilizable el cajero y lamentando el haberle permitido utilizarlo antes, y 4.- Si van a ir a hacer un trámite, depósito o transferencia, avísenme por favor, les suplicaría que hicieran los míos también, prometo invitarles una caguama y de todas formas tienen que hacerlo.


Comments


Also Featured In

    Like what you read? Donate now and help me provide fresh news and analysis for my readers   

Donar con PayPal

© 2023 by "This Just In". Proudly created with Wix.com

bottom of page